Con Joropo Tuyero de Juan José Aquino se celebra Día de las Madres de Pacientes Residencia Socio Asi
- Teresa Quilez
- 8 may 2015
- 4 Min. de lectura
El joropo tuyero es motivo de alegría y orgullo nacional, más aún si es interpretado por un digno representante del género, como Juan José Aquino. Si a ello le sumamos que su presentación estará dedicada a las madres cuyos hijos no gozan de buena salud, resulta algo muy especial. Nos referimos a la celebración del Día de las Madres de los Pacientes de la Residencia Socio Asistencial Santa María, donde gracias al Sistema Nacional de Culturas Populares del Gabinete Cultural, se presentará Juan José Aquino y su Joropo Tuyero, el próximo martes 12, a las 2:00 pm, en el referido centro ubicado en la Av. Arístides Calvani, de Los Chorros, estado Miranda. Vástago de una estirpe legendaria en la materia, Juan José Aquino, ha estado inmerso desde siempre en el universo musical: su padre, Fulgencio Aquino, es Patrimonio Cultural del estado Miranda y del Distrito Guaicaipuro; Julián y Manuel Aquino, abuelo y bisabuelo, respectivamente; Julián Aquino, tío de Fulgencio; Melquiades, uno de sus tíos, entre otros, así como sus primos: “nací en mi cuna con el arpa”. Nos cuenta que de esa dinastía su abuelo Julián “Tocaba música del Llano como la guaracha y el contrapunteo. Dos cantantes lo acompañaban y tocaba El gabán, cuando salió el Indio ya se tocaba hace tiempo”. El legado de tanto amor a la música se siente y nos cuenta que, en su caso particular, es la primera vez que llevará su arte a pacientes “Es algo que siempre he querido hacer. Lo he propuesto hasta por internet. Quiero llevar mi música a la población salud o a los geriátricos, tanto a través del Sistema o por mi cuenta, para regalarles unas horas de esparcimiento. Es muy bonito. A veces estos pacientes están olvidados”. A su juicio, resulta importante que la programación del Sistema se enfoque en estos sectores y en los estudiantes: “No es lo mismo verlo en una plaza a que se lo lleven al liceo porque va directamente a ellos”. Agrega que esta sería una manera de que se “vuelva a retomar el amor a la música porque se ha perdido con tanta transculturización”. Sobre los pacientes psiquiátricos a quienes llevará alegría, explica que hay que darles todo el apoyo, saberlos entender y apoyar en todo momento. No se pueden discriminar, ‘sacarles el cuerpo’ o apartar. “Queremos darle valor al ser humano, primero al individuo y luego colectivamente”. Se trata de derribar estigmas que los ayuden a superar la enfermedad, explica. Amante de la música, dice: “la traigo en la sangre”. Desde los 13 años Juan José salía a los bailes con su padre, “zapateaba; conocí cantautores y me emocionaban los bailes de joropo. En la edad escolar uno escuchaba otros ritmos pero para tocar siempre me llamó la atención el arpa”, y supo esperar a tener manos de adulto y dejar crecer sus uñas: “La primera vez que mi papá me entregó el arpa fue en el Aula Magna de la UCV. Lle dijo a Roberto Todd, refiriéndose a mi:‘ya está listo’. Programas de TV, radio, reconocimientos, múltiples presentaciones dentro y fuera del país evidencian su talento, un devenir profesional que le permite argumentar con propiedad que tiene una pelea constante entre lo que es joropo central y joropo tuyero. “En el joropo central hay cuatro tipos de joropo distintos: el tuyero de Los Valles del Tuy, con arpa; el de Araira, con guitarra; el barloventeño, con la bandola, y el que, aunque nació en Barlovento, se llevó a San José de Guaribe, también con bandola”. Enfatiza que esto no puede ser, ya que, “las estructuras musicales y los instrumentos son distintos, aunque se bailen parecido son estructuras diferentes, suenan diferente y se cantan diferente, esa es la diversidad”. Rescatar las raíces y la esencia de la música es muy importante para este defensor del joropo tuyero, quien lo interpreta con arpa, maraca y buche: “Si uno escucha se da cuenta de la diferencia”. Al hablar de las diferencias, también refiere que el arpa tuyera lleva cuerdas de acero, tiples y antes, los bajos del arpa, tenían bordones de cuero de venado, en cambio el arpa llanera tiene ahora puras cuerdas de nylon, cuando antes, eran de cuero de venado. Por otra parte, entre sus múltiples inquietudes opina que el cultor no puede quedarse como portador de lo que ha aprendido espontáneamente, “yo aprendí a tocar de oído pero es necesario que uno desarrolle conocimientos, estudios, técnicas. Hay muchas cosas que nuestros cultores no conocen porque entre algunos no ha habido interés y es necesario que no se queden sólo como portadores de lo que aprendieron de oído”. Cabe destacar especial agradecimiento al equipo de Misión Cultura y al Sistema Nacional de Culturas Populares, en particular a la Directora Ejecutiva Emira Brito, a la Coordinadora Mery Vielma y a Leo Granados; uno de los analistas, por hacer posible que estos pacientes y sus familiares pasen una tarde feliz. Destacamos que el Sistema ha hecho posible que durante varios años consecutivos, estos pacientes reciban la alegríade disfrutar la visita de distintos artistas.
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